Ya sea si estás entregando un servicio profesional o un bien físico a tus clientes, es importante proteger tu contenido comercial contra robo, daño o pérdida. Después de todo, tus contenidos son tu sustento. Imagina tratar de operar un negocio de TI (tecnologías de la información) sin un computador o una cafetería sin café.
Ten en cuenta los siguientes tips a medida que haces crecer tu negocio y continúas tu camino hacia el éxito:
El contenido de una empresa incluye toda propiedad física localizada dentro del espacio de tu empresa, ya sea si arriendas, eres dueño de tu propio espacio u operas desde tu casa. No solo se trata de los muebles de oficina, insumos, computadores, equipamiento y maquinaria, si no también de inventarios o stock de productos. Por ejemplo, si tienes una tienda de vestuario, la ropa y otros ítems para la venta son consideradas como “contenido” y necesitarían protección.
Para proteger tu contenido, primero necesitas saber su valor. Esto significa que necesitarás llevar un registro de cuánto pagaste por los insumos, materiales, equipamiento o maquinaria que tengas, además de cuánto recibirías al vender los productos terminados. Si eres dueño de un edificio u oficina, el edificio en si no se incluye como parte del “contenido”.
¿Mantienes tus insumos en una bodega, en una tienda o en el subterráneo de tu casa? ¿Están tus bienes localizados cerca de una fuente de agua que podría desbordarse? ¿Tu oficina está ubicada en un barrio seguro? La localización de tu contenido incide en qué tan seguro está y, por lo tanto, en cuánta protección necesitarás para mantener tu negocio funcionando si es dañado o robado.
El valor de los contenidos de tu empresa también dependerá del crecimiento proyectado para los siguientes meses y años. Si, basándote en tus ventas actuales, planeas expandir pronto tu negocio, podrás necesitar suministros adicionales, los que aumentarán el valor total de tu contenido. A medida que aumenten los suministros, probablemente quieras añadir una protección con seguros proporcional a ese crecimiento.
Trabaja con tu agente o corredor de seguros para determinar la cobertura que protegerá a tu empresa y sus contenidos. Dependiendo del tamaño de tu negocio, un buen comienzo puede ser una Póliza para Dueños de Empresas (PDE), para emprendedores y pequeños negocios, o un Paquete Comercial (PDC) para compañías medianas. Ambas entregan soluciones todo-en-uno, que incluyen el aseguramiento de la propiedad y su contenido.